La Raicilla, como el Tequila o el Mezcal, es una bebida espirituosa destilada de los agaves y su nombre proviene de una antigua creencia popular basada en un engaño visual: se creía que era la raíz de la planta de agave, y no su tallo despencado, que se utiliza como materia prima de la bebida destilada. La región productora de raicilla es una porción de la Sierra Madre Occidental y la Costa del Océano Pacífico, en los estados de Jalisco y Nayarit. Se aprovechan los agaves silvestres que crecen en las laderas entre ellos, Agave maximiliana Baker, Agave inaequidens koch, Agave Valenciana, Agave angustifolia Haw, y Agave rhodacantha, entre otros, excepto Agave Tequilana Weber. La comercialización nacional e internacional de Raicilla se rige por los criterios de la Denominación de Origen Raicilla, regulada por PROY-NOM-257-SE-2021.

Isabel Cristina Fregoso es empresaria y participa en Mujeres del Mezcal y Maguey de México, capítulo Jalisco, con la Raicilla Monte Marea, marca reconocida con Medalla de Plata 2022 en el certamen internacional México Selection by Concours Mondial de Bruxelles, celebrado en la ciudad de Parras de la Fuente, Coahuila. El empeño y arduo trabajo invertido en la promoción de una bebida destilada de agave auténtica y exquisita, de calidad indiscutida y elaborada por mujeres guerreras de la sierra al sur de Jalisco.

Domitila Anaya Topete, Maestra Raicillera y Elda, su hija y aprendiz, trabajan en la producción tradicional de Raicilla y son de las escasas mujeres que continúan el legado familiar de casi una centuria, en un sector dominado por hombres. Desde que se casó muy joven, Domitila quiso aprender el arte de producir Raicilla ya que su esposo era productor. Juntos formaron familia y se apoyaron mutuamente en las tareas para el sostén familiar, ya sea en la milpa, la raicilla o la crianza de los niños. La taberna donde trabajaban en aquellos años se ubicaba en una cañada del cerro, bastante alejada de la comunidad; un accidente los obligó a trasladar las herramientas e instalaciones de la taberna y construir un horno en el terreno de la vivienda familiar para que Domitila fuera capaz de atender todas las tareas domésticas, e incluido el proceso de elaboración raicilla.

Años después, cuando Domitila enviudó y quedó a cargo de 8 hijos, se vio en la encrucijada de vender todo e irse del pueblo, o continuar con la encomienda familiar de producir Raicilla. Optó por su comunidad y los saberes aprendidos en ese lugar, y como una noble guerrera, implementó sus valores en producir la mejor raicilla de la región.

Desde el municipio de Atenguillo, la producción de raicilla de Domitila se limita a la temporada de secas y a la cantidad de agave silvestre que pueda trasladar a su taberna o vinata. Solamente usa piñas maduras de Agave maximiliana silvestre que cuece en un horno de tierra recubierto con piedra volcánica, leña de roble y encino, durante tres días y noches. Las piñas cocidas son machacadas de forma artesanal con un mazo o hacha en canoas de roble hasta deshebrarlas, cuando están listas para fermentar durante siete días. La raicilla lleva un doble destilado de forma discontinua, en un alambique de madera con cazo de cobre, logrando una bebida espirituosa entre 43° y 45° volumen de alcohol. El embotellado de origen se realiza en la misma taberna.

Domitila reconoce que la producción de raicilla es una actividad en la que priman valores y símbolos masculinos, en un sector en el que la mayoría de los maestros taberneros son hombres. Domitila sabe que su raicilla es un producto de excelente calidad y ha obtenido diversos reconocimientos en concursos y catas de espirituosas, pero ella prefiere su casa y su vinata, no le gustan las reuniones o hablar en público.

Domitila conoció a Isabel y ambas construyeron una sinergia de beneficio mutuo. Isabel creció en casa de sus abuelos en el pueblo vecino de Mascota y conoce al detalle el estilo de vida campestre, los saberes tradicionales y las actividades económicas familiares que imperan en la sierra.

Isabel considera que el encuentro con mujeres memorables y valiosas, cada una desde su experiencia de trabajo y experta en bebidas destiladas de agave marca puntos de inflexión en su vida profesional y personal. Primero, en la construcción de Monte Marea como socia de Domitila y después, en la proyección comercial de la raicilla a nivel nacional e internacional. Hace un tiempo, una botella de Raicilla Monte Marea llegó como regalo y conquistó el paladar de la Embajadora del Tequila en Francia, Martha Murgía, CEO de Bleu Agave de París. Al conocer la historia de Domitila, maestra destiladora de la Raicilla Monte Marea, Martha viajó a México y, junto a Isabel, fue hasta la Yerbabuena, municipio de Atenguillo, para visitar la vinata de Domitila y conocerla personalmente.

En aquella ocasión, Martha reconoció el valor cultural enorme contenido en la raicilla elaborada por Domitila y vislumbró la imperiosa necesidad de reconocer y transmitir los saberes tradicionales y el patrimonio cultural de la raicilla. Martha conoce las preferencias de los aficionados a las bebidas destiladas, quienes buscan y valoran los productos auténticos y tradicionales del campo mexicano. Isabel es el vínculo visionario entre los saberes de Domitila y el cosmopolitismo de Martha en la proyección internacional de Monte Marea.